RCD Mallorca - Athletic Club

El Athletic sigue invicto en el campeonato liguero. Va con la media inglesa: victoria en casa y empate fuera. Son ocho puntos a la espera del derbi ante el Deportivo Alavés. El de esta noche fue sufridísimo y extrañísimo. Abdón Prats marró un penalti a diez minutos del final y Aduriz, infalible en la suerte desde hace tiempo, malgastó otro en el descuento.

Fue una noche de mucha disputa para los de Garitano. La mejor ocasión de la primera mitad llegó en un cabezazo franco de Raúl García en un córner sacado por Unai López que murió en las manos de Reina. Dentro de la espesura general del partido, el Athletic volvió a estar más cerca del gol que su adversario con un zurdazo de Muniain y en otra buena acción del navarro que taponaron a Córdoba cuando se acercaba a la boca de gol. Los bermellones sólo achucharon al final, con un disparo de falta de Salva Sevilla que Simón envió a córner y con el testarazo fallido de Baba del saque del mismo.

El Mallorca salió con otro ímpetu tras el descanso y gozó de una clarísima opción en las botas de Lago Junior tras un gran taconazo de Febas. El Athletic reaccionó ante el peligro y Raúl García estuvo a punto de marcar tras un gran centro de Yeray. Ya con el aclamado Aduriz sobre el verde, Reina se sacó la pelota de encima como pudo en la línea de gol. El propio Raúl cabeceó un balón alto en el área pequeña. Sin embargo, el Athletic se llevó un susto de campeonato cuando Salva Sevilla soltó un zurdazo al palo que, por fortuna, cayó de rebote en las manos de Simón.

Todo se pudo poner peor cuando Yuri cometió un penalti sobre el dinámico Kubo. Por fortuna, Abdón Prat lo mandó fuera. Los leones acabaron arriba, con un gran disparo de Beñat que desvió a córner Reina y un balón que Larrazabal mandó al larguero.

Cuando nadie se lo esperaba, González Fuertes acudió a ver una acción final y decretó penalti por mano de Baba. Aduriz, ídolo en Mallorca y Bilbao, fallaría el lanzamiento después de que se lo detuviese Reina. Se quedó petrificado. Tanto o más que la afición local cuando le anularon un gol de cabeza en la última jugada, de Álex Alegría.