Athletic Club - RCD Espanyol
Jornada 11
Liga

Athletic Club - RCD Espanyol

Athletic Club
Athletic Club
30
RCD Espanyol
RCD Espanyol
  • 4'16' Muniain
  • 78' V.Gómez (p.p.)

UbicaciónSan Mamés , Bilbo

37.094 asistentes

Goleada con Muniain al mando

Tres goles provocados por el navarro tumban al Espanyol y devuelven el optimismo a San Mamés

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Fue la noche ideal. Una goleada por 3-0 al Espanyol para romper una mala racha y devolver el optimismo y la fe a San Mamés. Muniain, autor de dos goles, y provocador del tercero, en propia puerta, lideró un triunfo que sitúa al Athletic a tres puntos de Europa, que a día de hoy la marca la Real Sociedad.

Los leones saltaron al campo muy puestos desde el principio y para el minuto 16 ya ganaban por 2-0 gracias a un doblete de Muniain. El primero llegó en una buena disputa de Raúl García, en la que el capitán anduvo rápido para mandar ajustado el balón suelto.

Gaizka Garitano había sorprendido a Machín con la inclusión del navarro en la mediapunta, adelantando a Raúl García a la posición de nueve y mandando a Williams al extremo. Fue Iker el que se marcó un soberbio gol desde fuera del área al empalmar una volea en parábola que superó irremisiblemente a Diego López.

El Espanyol, aturdido de inicio, no se vino abajo y tuvo su momento en la primera parte para acortar distancias. Primero, le anularon un gol por fuera de juego claro a Bernardo de cabeza y después, Unai Simón hizo la parada del partido al estirarse de manera impecable a otro testarazo de David López. La parada recordó a Oblak.

Los rojiblancos disfrutaron de una buena ocasión al contragolpe para el 3-0 tras el descanso. Fue una acción liderada por Muniain, centrada por Raúl García y empalmada al segundo palo por Córdoba con la derecha. Diego López la atrapó. Garitano dio entrada a San José por Unai López para dotar de consistencia a la medular.

El Athletic empezó a hacer daño al galope y el Espanyol se entregó. Cayó el 3-0 en un saque de falta de Iñigo Martínez hacia Capa, dejada de Córdoba y Muniain, entrando con fe desde la mediapunta, forzó a Víctor Gómez a batir en propia puerta a Diego López. Era la noche de Iker y se fue con una gran ovación, sólo comparable a un derroche de puntería en Copa ante el Celta. Los periquitos sólo tuvieron una opción, en la que Unai Simón sacó un mano a mano a Wu Lei.